“El tratamiento de heridas crónicas infectadas por úlceras venosas, por diabetes y por presión, son afecciones que están presentes en aproximadamente en el 1% y el 2% de la población mundial”, comenta Victor Silva, director de la Escuela de Tecnología Médica de la Universidad Mayor, quien forma parte del equipo multidisciplinario encargado de desarrollar el primer apósito con nanoformulación de cobre para el tratamiento de estas lesiones.
El proyecto, a cargo de las Escuelas de Tecnología Médica y Enfermería, junto al Centro de Nanotecnología Aplicada y la Fundación Instituto Nacional de Heridas, acaba de adjudicarse cerca de $200 millones a través del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef) como continuidad de su financiamiento por dos años, luego de haber sido trabajado como proyecto institucional para estudiar las propiedades del cobre y su acción en úlceras.
“Los adultos mayores con enfermedades como diabetes o problemas de circulación venosa, son el grupo más propenso a desarrollar úlceras crónicas infectadas, y dentro del tratamiento multidisciplinar que reciben, decidimos realizar un primer estudio clínico que mostró la acción antimicrobiana y de angiogénesis que tiene el cobre sobre estas heridas”, señala Silva.
Durante el año pasado, el proyecto recibió financiamiento de un fondo interno de la Universidad Mayor, con el que se desarrolló la nanoformulación en base a partículas de cobre con péptidos de colágeno, mientras que con el Fondef adjudicado este 2018 el equipo realizará un estudio clínico y de caracterización del apósito en pacientes con úlceras crónicas infectadas.
María Belén Camarada, directora del Centro de Nanotecnología Aplicada de la U. Mayor, explica que si bien en el mercado ya existen vendajes que contienen cobre, la relevancia de este nuevo desarrollo con Nanotecnología está vinculado con que “la mayoría de los apósitos sólo contiene iones de cobre que no son lo mismo que una nanoformulación hecha en base a este metal, la cual funciona de forma más estable y efectiva en su acción microbiana”.
Otra ventaja que presenta este apósito, tiene que ver con el abaratamiento en su costo frente a los vendajes existentes, puesto que muchos de estos están formulados en base a plata, un material más costoso que el metal rojo. Siendo este un factor importante en lo que respecta al tratamiento de las lesiones, puesto que según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Heridas el año 2008, en Chile el gasto país asociado a úlceras venosas es sobre los $71 millones de pesos.
Sobre este factor, Cecilia Latrach, directora de la Escuela de Enfermería, comenta que en los tratamientos actuales de curación “el uso del apósito con nanopartículas de plata es la mejor alternativa, pero debido al costo su uso es bajo, llegando a cerca del 10% de los casos”.
Latrach también destaca que otro problema con este material está vinculado con que se han reportado “aislamientos de cepas bacterianas resistentes a la plata y de toxicidad de este elemento en los tejidos viables”.
En tanto, Isabel Aburto, directora de la Fundación Instituto Nacional de Heridas, agrega que en Chile “aproximadamente 170.000 pacientes poseen algún tipo de herida crónica y principalmente el manejo está dirigido a las úlceras venosas, úlcera de pie diabético, úlceras hipertensivas y úlceras por presión”.
Con esta adjudicación de fondos, se espera que el proyecto cuente con sus primeros hitos dentro de 6 meses más, cuando se realice la evaluación en la matriz del apósito para detectar la homogeneidad de la nanoformulación y los niveles de concentración del cobre.